¿Qué es el método etnográfico de investigación?
El método etnográfico aplicado al marketing consiste en observar de manera directa a los usuarios de un producto, servicio o marca durante un periodo determinado. Este proceso suele incluir observación participante, lo que permite conocer el comportamiento social de los consumidores en situaciones reales.
Este método tiene su origen en la antropología, donde se utiliza para estudiar tradiciones y costumbres de distintas culturas.
Al trasladarlo al marketing, nos brinda la oportunidad de interpretar cómo se comportan los consumidores en tiempo real. Por ejemplo, se puede analizar qué hacen al visitar un establecimiento, qué comentan sobre los productos, cuáles eligen finalmente, qué aspectos valoran de forma positiva y qué situaciones les generan insatisfacción.
Toda esta información permite comprender de manera profunda el código de conducta del cliente en relación con la marca, el producto o el servicio evaluado. Además, ayuda a conocer mejor su personalidad, valores y la forma en que se relaciona con la marca, dentro de su entorno social y con la naturalidad que esto implica.
¿Se lleva a cabo una investigación etnográfica en marketing?
Para realizar este tipo de estudio, los investigadores seleccionan a varios participantes y los acompañan durante un periodo de tiempo con el objetivo de observar directamente su comportamiento. Durante este proceso, se recopilan datos sobre lo que dicen, hacen y, en general, sobre sus hábitos de consumo.
Posteriormente, toda la información recopilada se organiza y analiza con el fin de identificar patrones y tendencias. Esto permite obtener conclusiones valiosas que servirán para diseñar estrategias orientadas a mejorar los productos y fortalecer la relación con los consumidores.
Escenarios donde aplicar la investigación etnográfica en marketing
Este tipo de investigación puede realizarse en distintos entornos, dependiendo de los objetivos del estudio y del tipo de producto o servicio de la empresa.
El escenario más común es el propio punto de venta, donde se observa a los participantes mientras recorren la tienda, interactúan con los productos y reciben la atención del personal. También se pueden evaluar sus reacciones antes de ingresar o después de salir del establecimiento.
En el caso del marketing olfativo, esta metodología resulta especialmente útil para medir la efectividad de un odotipo o aroma corporativo. Tras instalar un sistema de aromatización, se observa cómo reaccionan los clientes al percibir la fragancia: qué comentarios hacen, cómo se sienten y si influye en factores clave como el tiempo que permanecen en la tienda o el aumento de las ventas. Incluso es posible probar diferentes fragancias y comparar sus efectos en los clientes.
Otra opción es realizar la investigación en el hogar de los participantes, ideal para empresas cuyos productos se consumen principalmente en ese entorno, como alimentos o electrodomésticos.
Además, existen estudios virtuales, donde los participantes prueban productos y comparten videos, fotos o comentarios sobre su experiencia. También se pueden organizar grupos de pares, en los que dos personas conversan sobre un producto o servicio y comparten sus impresiones de manera espontánea.
Ventajas del método etnográfico de investigación
Este tipo de investigación ofrece múltiples beneficios, ya que permite a las empresas conocer las emociones, pensamientos y percepciones reales de sus clientes de manera directa.
Gracias a esta cercanía, se pueden detectar detalles que, aunque suelen pasar desapercibidos, son esenciales para entender a fondo la experiencia del consumidor. Esta información resulta clave para diseñar estrategias más precisas y efectivas, enfocadas en lo que realmente valoran los clientes.